Valle de Liébana. Picos de Europa.


Valle de Liébana. Picos de Europa. (HD) from patricio ruiz on Vimeo.
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Los accesos al valle de Liébana son dignos de mencionar. Llegamos a Potes desde el puerto de San Glorio... ¡vaya curvas!... y lo dejamos por el desfiladero de la Hermida.... tremendo. Como telón de fondo al valle, el imponente macizo oriental de los picos de Europa. Dificil encontrar un mejor escenario para volar ¿no?.
La primera impresión al llegar a Liébana, es que no hay lugares para despegar. ¡Ni siquiera parece que haya lugares decentes para aterrizar!.
Visto el panorama, lo primero que hice fue ir al hotel "La Cabaña", para hablar con uno de los 6 hermanos Rodríguez. Así me lo recomendó el más conocido de ellos, Borja, al que conocí a través de la web del club de vuelo Liébana (http://www.hotellacabana.es/blog/). Y es que ¡todos ellos vuelan en parapente!. Ahora, además, tienen un par de paramotores. Habría estado genial que alguno pudiese acompañarme en alguno de los 3 vuelos que hice, pero al final no pudo ser. Me explicaron como llegar a un despegue estupendo. Una gran superficie de hierba, a una altura de 800m, con lo que ya se ganan 500m respecto al fondo del valle. ¡Gracias chicos!. También repasamos las zonas prohibidas... básicamente el parque nacional. Cuando se vuela fuera de casa, es aún más importante respetar las resticciones de vuelo.
El primer día, cielo cubierto. La decepción inicial pasó a ser la esperanza de vivir un día inolvidable, al ver la luna a través de las nubes ¡¡¡solo es niebla!!!. Una vez en el despegue, sorpresa total, al ver que la niebla está a solo a unos pocos metros por encima. No me lo pienso mucho.... despego enseguida, y trato de buscar un lugar donde la capa de niebla sea fina. Por fin entreveo el sol.... acelero el motor a tope, y en unos segundos paso del "todo blanco" al... ¡paraiso!. Y me pongo a gritar de lo feliz que me siento. ¡Que subidón!. Me paso mi buen rato jugando con las nubes, y disfrutando de un paisaje que pocas veces se tiene la oportunidad de ver (al menos yo). La niebla empieza a disiparse lentamente, y tomo rumbo al sur. Voy subiendo tranquílamente, sin apenas viento, y relajado al ver que hay bastantes zonas aterrizables.
En el cielo, solo una nube. Es de térmica. Viene de un enorme prado, a más de 2000m de altura, al pie del pico más alto de la sierra (Peña Prieta, 2497m). Aunque apenas son más de la 10:30 de la mañana, la ascendendia es consistente... y sin apenas turbulencia me va subiendo a buen ritmo a cada giro que hago. No me lo puedo creer... aun falta para llegar a la base ¡y ya estoy a 3000 metros! ¡¡¡¡Dios!!!!. Caigo en la cuenta de que es la segunda vez en mis años de "paramotorero" que supero esa barrera. Felicidad total. Peña Prieta, y sus pequeños lagos, a mis pies. Yeahhhhhhh!!!!. El frío puede conmigo, y me regalo un larguísimo planeo hasta el aterrizaje.
Allí soy recibido con entusiamo por una bandada de moscas, subespecie "tocapelotis"..... ahhhh, que bonito es el campo. Una decena de ellas incluso me acompañarán en el viaje de vuelta en el coche. La madre de las parió.....
El único "pero" del vuelo... se me llenó la memoria del GPS, ¡y me quedé sin el track!..... ¡¡¡arrrjjjjjj!!!. Al menos, podré revivir el vuelo viendo el vídeo.
Al día siguiente, el viento ha reemplazado la niebla. Aunque en el despegue había viento cero, en vuelo, el viento me arrastra hacia el norte. Cada vez que intento meterme en alguno de los valles que salen de Potes, tengo viento fuerte de cara, vaya a donde vaya. ¿El catabático?...no se.... no
entiendo nada. Tengo que volver al despegue usando el acelerador de la vela. Al llegar allí, cosa curiosa.... desaparece el viento ¿?. De nuevo rumbo al sur, ésta vez con intención de volar más bajo, para poder ver unas preciosas formaciones rocosas. Pero en un momento dado, paso de un aire super tranquilo, a cobrar como pocas veces ¡¡¡vaya meneos!!!. No entiendo nada... no se ni porque, ni de donde, me llegan todos esos hachazos. Me voy a aterrizar sin siquiera haber sacado la cámara de la funda.
Es lo que tiene el vuelo de montaña. Me fastidia no haber sido capaz de entender lo que ha pasado. Pero me quedo contento con el comportamiento de la windtech Zephyr. Ahora tengo más confianza en ella. Lo único que le puedo reprochar es que es sensible al par motor cuando la llevas acelerada.
El tercer y último día, vuelve la niebla, y el aire tranquilo. De nuevo puedo jugar con las nubes, con unas vistas espectaculares, con las montañas y bosques "brotando" del mar blanco. Absolutamente genial.
Ésta vez toca ir al norte. Recorro la Sierra de Peña Sagra, sobrevuelo la Peña ventosa, hasta llegar al desfiladero de la Hermida. He cogido buena altura, y hago un recorrido paralelo al macizo oriental de los Picos de Europa. Aunque me podría haber acercado más, prefiero separarme del límite del parque nacional. Las vistas siguen siendo increíbles.
Menudos recuerdos me quedarán.

¡Gracias Valle de Liébana!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya chulo el video... y que buena calidad. Me encantó la crónica. Liébana es una maravilla.
Un saludo

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