No he podido consultar el parte meteo, pero viendo de nuevo el cielo tan despejado, me animo a madrugar y pegarme otro vuelazo.
Coloco la vela al revés que el día anterior, porque parece que hay un pelín de brisa que viene del lago.
Error.... en seguida noto que no quiere inflar, así que aborto el despegue. Es tontería intentar salir viento en cola arriesgando romper material, y fastidiar el resto de las vacaciones (no llevo hélice de repuesto).
A la segunda va la vencida. ¡Otra vez en el aire!. En seguida tomo rumbo sureste. Me doy cuenta de que hay bastante más viento que el día anterior. Avanzo lentamente, en un aire bastante turbulento ¡y eso que son las 7:30 de la mañana!. A medida que avanzo, voy cambiando el rumbo al sur, entrando en zona desconocida.
Al llegar al pueblo de Seythenex veo que estoy metido en un venturi, con el viento de cara (entre 20-30km/h). Avanzo penosamente, usando cuanto puedo el acelerador, con mucho tiento, porque el aire está francamente guarro. Hay que ver lo mucho que cansa volar en estas condiciones.... apenas he empezado el vuelo, y ya estoy "matao".
Por fin consigo pasar el venturi, y llegar al enorme valle de Albertville. He cobrado de lo lindo, así que espero llegar a una zona más tranquila. ¡Aquí si eche de menos una vela con reflex!.
Voy siguiendo una espectacular cuerda de montañas, no muy alto para poder avanzar algo. Me puedo relajar un rato y jugar con la cámara, pero siempre vigilando el viento y buscando posibles "trampas".
El final de la cuerda es un muro de roca impresionante. La D'ent D'Arclusaz. Un escarpado paredón "crestudo" de los que impone respeto solo con verlo de lejos ¡así que no veas ahora!. Está bien orientado al viento. Nada más acercarme ¡bumbaaaa!, me catapulta para arriba como un cohete. Estoy encantado…. ¡y acojonado!. En unos pocos "ochos" me planto a 2200m, bien por encima del pico (que no supera los 2000m). La vista es fabulosa. Mantengo la vela siempre enfrentada al viento, porque a esa altura el gps apenas marca una velocidad de 5km/h…..madre que ventarrón…..
El día no está para más bromas, así que inicio la vuelta. Giro hacia el noroeste, dirección el lago de Annecy, viento en cola. ¡¡¡Dios… parece que voy en un caza!!!. El GPS oscila entre los 70 y 80km/h… uffff. Devoro los kilómetros, y dudo que camino seguir. El camino más recto queda descartado. Es un paso estrecho entre 2 montañas, para terminar en zona sotaventada… como que paso…. Me desvío un poco al oeste dando un rodeo.
Todo va bien, sigo yendo a toda velocidad, sin sufrir ninguna turbulencia. Llego a otra pequeña cuerda, por su pico más alto, "Roche Planca". Es una cuerda de rocas bastante abrupto que va perdiendo altura a medida que se acerca al lago Annecy. ¡Me gusta!. Saco la cámara decidido a grabar el recorrido completo. Dejo el motor a ralentí para ir por encima de la cuerda a una altura constante. ¡Bonito, bonito!.
En la mitad del recorrido hay una línea de alta tensión. No hay problema… tengo altura de sobra…. Sigo grabando tranquilamente. El gps sigue marcando un buen viento de cola, en zona descendente contínua, pero tranquila.
Y sin previo aviso……¡¡¡¡Zas!!!!
El plano derecho de la vela se estampa contra un "muro invisible". ¡¡¡Plegadón!!!. Vaya susto. Suelto la cámara y voy a coger los mandos. Antes de llegar a ellos ya estoy más tranquilo, porque siento como la vela apenas ha cambiado de rumbo, y se que no voy a tener problemas. Cojo los mandos, y miro arriba. La plegada se ha deshecho y veo como el extremo de la vela se recoloca solita. Me acabo de zampar un buen rotor. Al ir perdiendo altura me he ido metiendo en una zona sotaventada, con un rotor de regalo.
Y yo jugando con la dichosa camarita….
Menos mal, la Zephyr ha hecho el trabajo ella solita. Se ha portado de maravilla. Me ha dado más confianza todavía. Es sorprendente lo mucho que aguantan las velas de hoy, y lo bien que se comportan ante follones como éste.
Eso si. Se me quitan las ganas de grabar mucho más. Renuncio a prolongar el vuelo por el lago, y me marcho directo al aterrizaje, que ya he tenido suficiente. Me cruzo con un trike (ala delta) que parece ajeno a los meneos.
Termino el vuelo con un aterrizaje chapucero. De nuevo evalúo mal la dirección del viento, y aterrizo con un pelín de viento de cola. El suelo viene rápido y la vela no restituye… uy… uy…. Mis piernas aguantan el zapatazo como pueden, y me salvan de un buen restregón.
2ª lección del día: No seas perro y pon la manga de viento.
La 1ª lección del día, ya la sabemos: Con viento fuerte, ¡no te fíes nunca!.
Alpes (4ª parte). Annecy -> D'ent D'Arclusaz from patricio ruiz on Vimeo.
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