Bueno, bueno, bueno...
Nos liamos la manta a la cabeza varios amigos del club, y nos fuimos a Islandia, con familia y todo, a descubrir, visitar y VOLAR, la increíble ISLANDIA.
Es un país espectacular. Salvaje. Es como si juntases las islas Canarias, Asturias, los Alpes, lo mezclases todo, y lo trasladases 1 millón de años atrás.
Tuvimos mucha suerte con el tiempo, que nos dejó volar casi todos los días. Al no conocer el lugar, y a sabiendas de que su meteorología es tan particular como impredecible, fuimos muy prudentes en los vuelos.
En esta ocasión me grabé los vuelos con la cámara VUZE XR, que graba en 3D VR180 o en 360 grados, con una resolución de 5.7k. Tenía ganas de probar a ver el resultado con unas gafas OCULUS GO.
Sinceramente.... no me ha impresionado nada.... Volveré a hacer vídeo 2D, que da mejor resultado.
Lo que se esta bien, es que puedes sacar una fotos muy divertidas!
Este verano tuvimos unas largas vacaciones con la autocaravana. Con tantas cosas que llevar, no pude encajar el paramotor en ningún hueco 😖. Al menos si que pude llevarme la vela (Nucleon XX talla 22m) y la silla de libre. Eso si, con muchas dudas de como se portaría: vela de paramotor reflex volando en libre, con 25kg menos de carga..... uhmmmm
Encajar el vuelo con la familia siempre es complicado. ¡Muyyy complicado!. A pesar de todo, pude pegarme unos vueletes en zonas emblemáticas:
ORGANYA:
Como primer vuelo, no pude escoger peor día. Nada más llegar al despegue un piloto extranjero vino a preguntarme sobre mi equipo, más que nada para avisarme de que el día estaba "heavy". Solo volaban los pilotos de acro, con sus mini velas. El viento era fuerte, y más en altura, pero con la Nucleon XX no tuve problemas. Después de disfrutar un buen rato volando entre estos pilotos, decidí irme a aterrizar. Quizá ayudó ver como uno de ellos tiraba el paraca.....
Del placer pasé a la preocupación, porque no había forma de bajar. Al alejarme del relieve y acercarme al pueblo, la turbulencia era fuerte, así que no era una opción para bajar. Con las barrenas apenas conseguía nada (en el track se ve muy bien). Una sensación curiosa.
Al ser el primer vuelo en libre con esta vela, y con un aire tan movidito, no me atrevía a probar la orejas, que con velas reflex suelen ser complicadas (más tarde, en otros vuelos pude comprobar que en esta vela entran muy bien, y son estables).
La verdad es que me costó un horror bajar. En el aterrizaje ventarrón, que pude controlar bien.
Nada más tocar el suelo se me escapó un enorme suspiro de alivio. El biplacero de la zona vino a verme, y me comentó porqué el día estaba así de guarro. Si hubiese aguantado 45minutos más en el aire, todo se habría calmado, tal y como vaticinó en biplacero.
El caso es que a pesar de haber cometido el "error" de salir a volar, a partir de aquí me quedó claro que la vela, aún con 25kg menos de carga, sigue siendo rápida y muy sólida. ¡Perfecto!
CASTEJÓN DE SOS:
Me pude pegar 2 buenos vueletes en el mítico Castejón de Sos. Menudo despeque el de Liri!!!
Por primera vez pude probar a girar la térmica de servicio, y pude comparar mi vela con las velas de libre.
La conclusión: Cuando las condiciones acompañan, la Nucleon XX funciona perfectamente a la hora de girar térmicas, y podía volar como una vela más. Es más rápida que las demás velas, por lo que es mejor no estar muy cerca de otras velas (se complica el "tráfico"). En las transiciones cae más, es innegable, pero vuela lo suficiente como que no le saquen los colores. A la hora de girar, hay que ir con cuidado, porque la tasa de caída también se degrada (no gira en plano). En cuando a "solidez", vi como varios de mis compañeros de vuelo se comían varias buenas plegadas.
Por mi parte, tranquilidad total. Ni un amago.
Como disfruté!!!
CHAMONIX:
Un sueño hecho realidad. Ya pude volar en la zona con el paramotor hace años, pero ahora, poder remontar en libre hasta el Brevent, y hacerme toda la cuerda hasta el Lac Blanc, fue una experiencia mística. Es un lugar absolutamente excepcional.
Los días que estaba "flojo", estaba claro que con mi vela me iba para abajo de los primeros. Pero en cuando había condiciones, pude volar lo mismo que todas las demás velas.
Despegue de Planpraz.
Haciendo volar a mis dos peques en el aterrizaje de Chamonix. ¡Como nos reímos!
Siete años más tarde (como pasa el tiempo...), me surge la oportunidad. Despegué desde un campo poco antes del pueblo de Villanúa, para completar un vuelo de poco más de 2 horas, subiendo a casi 3000m.
Tras pasar una incómoda capa de cizalladura a 1800m, el resto del vuelo fue más tranquilo, aunque en altura tenía más de 20km/h de viento, que venía del norte, y se iba colando por entre cada valle. Esa mañana había nubes, que le dieron al paisaje ese toque mágico que tanto me gusta. En definitiva, uno de esos vuelos memorables.
Nos pudimos pegar 2 vuelos estupendos, bien tempranito porque el sol apretaba bien fuerte. Los piornos en flor estaban espectaculares. Loarre nunca defrauda.
Pude estrenar mi nuevo motor EOS100 BOOSTER ICI, que cambié por mi "antiguo" EOS100, que tanta guerra me ha dado. Sin embargo este, muchísimo mejor.
¿Cuántas veces os ha pasado que viajando a algún lugar, habéis pasado de largo un sitio
espectacular para volar? ¡A mi unas cuantas veces!
Cuando se viaja al norte, por la AP-66, se pasa por el espectacular viaducto del embalse de los
Barrios de Luna, al norte de León. Desde allí se entra en una zona de espectaculares montañas.
Desde que hice unos vuelos no muy lejos del lugar, en Riaño
(http://hoynovuelo.blogspot.com.es/2008/10/vuelos-en-riao.html), hace la pila de años, soy
admirador de esa preciosa zona (¡igual que el famoso Calleja!).
Bueno, pues esta vez tuve la oportunidad de volver a este sitio y quitarme una espinita que
llevaba clavada mucho tiempo.
Aparcamos la autocaravana por la noche, cerca de la orilla este del embalse. En ésta época
había poca agua, y estaba al descubierto una zona muy grande, libre de grandes obstáculos.
Por la mañana el suelo estaba helado, pero tenía pinta de que en cuanto saliese el sol, se
convirtiese todo aquello en un lodazal.
Al amanecer me puse manos a la obra. Como a veces ocurre cuando tienes prisa, el motor no
quiso arrancar. Ni a la primera, ni a la segunda…. ni a la décima. Me costó arrancarlo casi 3
horribles horas de trabajo, en los que debí de soltar unos cuantos miles de juramentos….
A pesar de que el suelo ya estaba blandito, pude despegar a la primera. Menos mal.
A los 10 minutos de vuelo, otra vez el motor me dio guerra. Esta vez, el problema era que las
revoluciones máximas bajaron de 9000rpm a 7000rpm, que dan justito para mantenerse en el
aire, sin poder subir más.
Lo cierto es que este fallo me obligó a currarme el vuelo, y aprovechar cada burbujita que me
encontré en el camino para poder ir cogiendo metros, y poder pasar de una montaña a otra. Y
es que a pesar de estar en Diciembre, algo de actividad térmica había.
Ahora entiendo a los que vuelan en libre. Cada metro volado es un logro, y un subidón para la
moral.
A pesar de que el vuelo no fue muy largo (no me fiaba del motor), lo pasé en grande.
Otra aventura fue sacar la autocaravana del embalse. Con el calor, el suelo se convirtió en un
lodazal, y nos quedamos bloqueados en una rampa. Vinieron a empujarla dos guardias civiles
y una familia de vascos, pero 3.000kg eran demasiados hasta para ellos. La sacamos de milagro después de mucho sufrir.
Los días siguientes estuvimos en Boñar, para pasar allí el fin de año. A pesar de los eternos
problemas de motor, que seguían y seguían, me pude dar otro vuelo desde allí, pasando por el
despegue de libre del pico la Muela (donde había 2 velas despegando), Montuerto y embalse de Porma.
Este año por fin pude cumplir uno de los hitos fundamentales en la vida de cualquier volador, y fue la de poder asistir a la famosísima "Coupe Icare", que se celebra en Saint Hilaire du Touvet, en los alpes franceses. ¡Es la peregrinación que hay que hacer una vez en la vida!.
Es espectacular el despliegue de medios. Solo para haceros un poco a la idea, pensad que cerca de 1000 personas trabajaron desinteresadamente en la organización y desarrollo del evento.
El vuelo está metido tan dentro de la gente de la zona, que los niños tienen actividades de vuelo en el cole (igualito que me pasó a mi...., ejem....).
En el único vuelo que me pude pegar, perdí el móvil (lo tendrá alguna ardilla), así que muchas de las fotos que hice, sobre todo de la feria, se perdieron....
Dos vuelos en Valdezcaray. Uno sobrevolando las pistas de esqui de Valdezcaray, y el pico San Lorenzo (el más alto de la Rioja). Y otro el 31 de Diciembre, para despedir el año, recorriendo los hayedos de la zona.
Entre el tiempo y la familia, solo pude hacer un vuelo en las Alpujarras, saliendo de Órgiva. Fue un vuelo local, porque quería subir lo máximo posible, y disfrutar de la mejor vista de Sierra Nevada. Llegué hasta los 3360m con menos esfuerzo del que pensé. No subí más porque ya era tiempo de volver. La sierra, nevada e iluminada con los primeros rayos del sol, excepcional. Y que decir de la niebla que se fue colando por el valle desde el mar.... espectacular.
3 vuelos por el valle de Tena (Huesca), la primera semana de Octubre.
Un vuelo "bueno", uno "rebueno", y otro de "aterriza ya majete que no esta para coñas". El viento no me dejó volar más, ni subir todo lo que me hubiese gustado, ni meterme por esos sitios imposibles que me tentaban….
Despegues desde el embalse de Bubal, con muy poco agua. -2ºC por la mañana a las 08:00…brrrrrr. Menos mal, arriba hacía más calorcito.
Dos estupendos vuelos saliendo de Jadraque. Ha sido una muy agradable sorpresa. Hace un tiempo hice un vuelo desde aqui, intentando llegar al Mondalindo. Reconozco que aquella vez el vuelo fue aburrido. Pero ésta vez, sorpresa, me lo he pasado en grande. Un vuelo explorando los estrechos valles al sur y al oeste, el río Henares, los contrastes entre las zonas húmedas y secas. Y luego un largo vuelo por el norte y este, llegando hasta Atienza, visitando embalses, ríos Salado y Dulce, Atienza.... ¡Buenísimo!.
No quise sobrevolar el parque natural de Sanabria para evitar posibles problemas, pero si pude hacer un par de vuelos por los alrededores.
Hay muchísimo bosque de robles en toda la zona, así que lo de los despegues está relativamente complicado.
Uno de los vuelos lo hice empezando por el borde del parque, para luego recorrer una parte de la sierra de la Culebra. Se veía perfectamente el lago de Sanabria y las lagunas en la plataforma. Como la parte alta del parque es una plataforma pelada, no te pierdes nada por no meterte en el parque. El "pico 3 Burros" si merece la pena por lo escarpado que es. La cuerda de la sierra de la culebra puede pasar (parecida a nuestras montañicas). A los de libre les debería gustar porque todos los días se montaba una hilera de nubes de libro. Te hartas de ver ciervos, allí donde vayas. Despegué en un claro "regular" antes de llegar a San Ciprián. Desde el aire vi como hay muchas más opciones por Doney de la Requejada (cerca del aeródromo Rosinos).
El otro vuelo lo hice saliendo de Otero, para recorrer el Embalse Sandín, que está a tope de agua. Un lujazo. Aqui es más fácil encontrar despegues. Hay bastantes zonas de bosque que ir sorteando, y si te quedas tirado én según que zona, la pateada puede ser cojonuda. El paisaje bien chulo, aunque estropeado por unas líneas de alta tensión descomunales (fáciles de ver, eso si, y que van paralelas a la autopista).
Dos vuelos por Asturias, despegando desde Queruas (cerca de Luarca). Aprovecho para darle publicidad a los apartamentos donde estuve con mi familia (http://www.apartamentosjesus.es/). Un lugar que cumple con las 3 B's (bueno, bonito y barato). El colmo para el paramotorero: El dueño me dejó despegar de un inmenso campo de hierba, de su propiedad, a 20 metros de la puerta del apartamento. La primera vez que me pasa.
Otra vez buscando un nuevo despegue, lejos de cualquier zona habitada, y lo más alejado del parque natural. La consigna habitual. ¡Discreción!. Por fin una pradera estupenda de cesped y cuesta abajo.... pero el viento viene de atrás ¡Arjjjj!. Al poco encuentro otra. Los primeros metros es cuesta abajo, aunque luego tocará girar enseguida para evitar unos cables. Me vale. Con un poco de viento, salgo muy fácilmente, y me largo de la zona para no molestar. Hay pocas casas, pero es temprano, y a nadie le gusta que le despierte una "mosca cojonera". Salgo hacia Grenoble, y me pego a la larguísima ladera del macizo de Vercors. Está orientada al este, por lo que queda estupendamente bien iluminada por el sol de la mañana. He despegado a una altura de 1150m, y Grenoble está a 200m, así que las vistas son estupendas, sin haber tenido que castigar al motor. Por debajo mío, nubes dispersas, consecuencia de la humedad de la lluvia de los 2 días anteriores. La previsión daba 20km/h NE a 2000m.... pero se han quedado cortos. ¡Muy cortos!. Desisto de mis planes iniciales, que eran seguir la cresta. Decido volar más bajo, y alejarme del relieve. Aunque el viento va paralelo a la ladera, más vale asegurar. En cada sotavento se forma una pequeña niebla, que deja ver claramente la fuerza de la turbulencia. Hoy va a ser un dia movidito....Rumbo al sur, viento en cola. Avanzo muy rápido ¡terríblemente rápido!. Hago un giro de 360º, para comprobar cuanto me costará volver a campo. El resultado es inquietante.... ¡no creo que pueda volver!... Bueno, en realidad, después de fijarme bien, estoy casi seguro de que volando en el valle, a poca altura, por debajo de las nubes, el viento apenas esta´presente. El paisaje es tremendo, sobre todo gracias a las nubes. Que demonios.... tiro p'alante y ya veremos.... He disfrutado de lo lindo del paisaje. No he tenido turbulencias, pero no voy tranquilo. Las nubes se estampan con los relieves debajo mío, recordándome que me muevo dentro de una masa de aire que avanza a más de 45km/h. Ufffff. Llego a mi meta mucho antes de lo previsto. El espectacular Mont Aiguille. Es una columna de roca muy parecida a las moles que se pueden ver en la famosas Dolomitas italianas. Ni me planteo darle un rodeo, porque hay una nube en el sotavento de la montaña que se mueve como si tuviese vida propia. ¡Esto está muy fuerte!. Viene la parte complicada. Cambio de rumbo hacia el valle, y a perder altura. El viento me va arrastrando más de lo esperado. Tengo que soltar trimmers y acelerar, con mucho cuidado porque a medida que voy bajando me empiezo a meter en una zona turbulenta. Unas montañas más al norte me envian mucha "mierda". Como decimos en la jerga, "aprieto el culo" y sigo mi camino. Hacía tiempo que no pasaba un mal rato como éste, pero finalmente, salgo de la zona "guarra", y llego a valle. Aún tengo el viento de cara, pero ha bajado mucho. Me costará un buen rato volver, pero tengo posibilidades. Voy raseando todo lo que puedo, con la altura mínima que me asegurue librar cualquier linea de alta tensión. Como hay que salvar pequeños montículos y hondonadas, el vuelo es algo movido, pero no peligroso. De todos modos evito usar el acelerador. A mi lado aparece un pendular.... éste lo lleva mejor, con una reserva de velocidad que ya quisiera yo. Aunque no creo que se haya pegado un vuelazo como el mío. Más tarde, sorpresa, paso por encima de un paramotor. Aunque está aterrizado, puedo distinguir la vela Sinthesys (Dudek), y un chasis Adventure. ¡Adios compañero!. Quizá tendría que haber aterrizado para saludarle.... Tendrá que ser para otra ocasión. Llego a Grenoble. Voy volando bajo y tendría que subir unos 500m para aterrizar junto al coche. Pequeño milagro. El viento ha bajado un poco en altura, y puedo llegar a 1200 sin volar "para atrás". Me doy el último momento de placer, jugueteando con una nube, antes de ir a aterrizar, suavemente, a 5 metros del coche. Otro vuelazo, con imágenes y sensaciones que se me quedarán fijadas para siempre. Que bueno es volar. ¡Que bueno....!
Repito despegue por tercera vez. ¡Que gusto no tener que andar buscando sitio!. Despegue limpio hacia el sureste, como los días anteriores. Cojo algo de altura, y en seguida media vuelta, hacia el lago de Annecy. Por ser primera hora de la mañana, hay mucha sombra, y no es su mejor momento "fotogénico". Pero sigue siendo un estupendo regalo para la vista. Voy a 60km/h, por lo que recorro todo el lago muy pronto…. Nada que ver con lo que tardé en recorrerlo la tarde anterior en bici (tiene 30km de carril bici de lujo). Justo antes de llegar a Annecy, giro al este, y cruzo el lago, por encima del pico Mont Baron. Rumbo al macizo de Les Bornes, y su pico más conocido, Le Parmelan. Es una montaña muy peculiar, debido a que culmina en una sorprendente plataforma calcárea. Bueno, su pared vertical de más de 500m no está tampoco mal del todo… En su punto más alto (1 832m) hay un refugio de montaña, y un despegue de libre (acceso a pie, eso si). Antes de llegar veo, muy a lo lejos, los 3 globos que vi en el vuelo anterior. De nuevo están sobrevolando Megeve ¡que vicio tienen!. Me recorro varias veces el tremendo paredón, que empieza con el Mont Teret, y termina con Le Parmelan, vigilando la línea de alta tensión que sale de su cumbre hacia Annecy (ojito que aquí hay líneas de alta que pasan por sitios realmente raros). Tanto el acantilado como la plataforma son espectaculares. Disfruto aún más el vuelo recordando como lo recorrí a pie hace unos años, con mi mujer. ¡Que fácil es ahora!. Las vistas a la ciudad de Annecy, y su lago, espectaculares. Me dieron ganas de aterrizar arriba, junto al refugio, pero no quería dar la nota. ¡Y quedaba mucho que recorrer!. Al final del Parmelan, cambio de rumbo, hacia el noreste. A pesar del viento (10-15km/h), el vuelo es tranquilo. Puedo disfrutar del paisaje sin sobresaltos. Paso de largo la Tête de Bunant (no puedo recorrer la pared porque está sotaventada)… pero está perfecta para grabarla. Lo mismo me ocurre con la montaña de Sous Dine. Voy super tranquilo, porque a mi izquierda tengo un valle enorme, que tranquiliza (por si me fallase el motor). En realidad, hasta en los lugares más encajonados hay grandes prados que te quitan le preocupación de un posible aterrizaje de emergencia (ya hablaremos de ello….). Al llegar a los Rochers de Leschaux, giro al sur. Es hora de ir volviendo. Sigo una carretera que serpentea por un pequeño y estrecho valle, y de nuevo cambio de rumbo siguiendo las crestas de varios pequeños macizos (Pointe de la Queblette, Téte Ronde...). Al llegar al pueblo de Alex, muy cerca ya del lago…… ¡¡¡TRAGEDIA!!!. Mis intestinos me la juegan… se retuercen… rugen …… ¿cuanto tiempo me falta para llegar? ¿30 minutos? Joder….¡¡¡¡NO LLEGO!!!! ¡¡¡¡ME LO HAGO ENCIMA!!!!! . La madre que me parió…… ¿porqué me tiene que pasar ésto?. Tranquilidad… ufff.... respira hondo…. no pasa nada. ¿No volamos en un cacharro que puede aterrizar y despegar desde cualquier sitio?. Pues nada. Le meto caña a los mandos, y a hacer barrenas a un lado y a otro, para perder rápidamente los más de 1500m que tenía sobre el suelo. ¡Que derroche!. Menos mal, hay un estupendo campo, verdecito y bien grande. No me preocupo mucho en mirar de donde viene el viento (ya no estoy para eso…). Pero tengo suerte y aterrizo estupendamente. No pierdo ni un segundo, y me voy corriendo a un bosque 100m más lejos. ¡¡¡¡¡Siiiiii!!!!!! ¡¡¡¡¡Ahhhhhhhh!!!!!. Que bien que entre el "set de emergencia" llevo hay papel higiénico… ejem. Superada ésta escatológica desventura, y más feliz que nunca, recoloco la vela, y despego de nuevo. El que me haya estado viendo debe estar partiéndose de risa….. No es para menos. Sobrevuelo el famoso castillo de Menthon-Saint-Bernard, y recorro de nuevo el lago, ésta vez por la otra orilla y en sentido contrario. Me habría gustado pasar por encima de Les Dents de Lanfon y llegar a La Tournette, pero no quise forzar el motor para recuperar la altura perdida en tan poco tiempo. Al menos si pude ver el despegue de la Forclaz, ya atestado desde primera hora de la mañana. Llegando al aterrizaje, corto el motor con mucha altura. Es una gozada acabar así los vuelo, en silencio. Me cruzo con el trike (delta) de la escuela, y con una avioneta. Ojo con el tráfico, que aquí hay mucha gente. El día anterior flipamos viendo un caza recorrerse todo el lago, a una altura de unos 300m. Increíble…. ¡y temerario!. Ésta vez, hago bien la aproximación, recordando que el viento cambia de dirección a pocos metros del suelo (a ésa hora). Ahora si…. aterrizaje de libro. Vuelazo de 2:30, con aventura incluída. Buen final para el último vuelo desde Annecy. ¡Que buenos momentos te da la vida!
No he podido consultar el parte meteo, pero viendo de nuevo el cielo tan despejado, me animo a madrugar y pegarme otro vuelazo. Coloco la vela al revés que el día anterior, porque parece que hay un pelín de brisa que viene del lago. Error.... en seguida noto que no quiere inflar, así que aborto el despegue. Es tontería intentar salir viento en cola arriesgando romper material, y fastidiar el resto de las vacaciones (no llevo hélice de repuesto). A la segunda va la vencida. ¡Otra vez en el aire!. En seguida tomo rumbo sureste. Me doy cuenta de que hay bastante más viento que el día anterior. Avanzo lentamente, en un aire bastante turbulento ¡y eso que son las 7:30 de la mañana!. A medida que avanzo, voy cambiando el rumbo al sur, entrando en zona desconocida. Al llegar al pueblo de Seythenex veo que estoy metido en un venturi, con el viento de cara (entre 20-30km/h). Avanzo penosamente, usando cuanto puedo el acelerador, con mucho tiento, porque el aire está francamente guarro. Hay que ver lo mucho que cansa volar en estas condiciones.... apenas he empezado el vuelo, y ya estoy "matao". Por fin consigo pasar el venturi, y llegar al enorme valle de Albertville. He cobrado de lo lindo, así que espero llegar a una zona más tranquila. ¡Aquí si eche de menos una vela con reflex!. Voy siguiendo una espectacular cuerda de montañas, no muy alto para poder avanzar algo. Me puedo relajar un rato y jugar con la cámara, pero siempre vigilando el viento y buscando posibles "trampas". El final de la cuerda es un muro de roca impresionante. La D'ent D'Arclusaz. Un escarpado paredón "crestudo" de los que impone respeto solo con verlo de lejos ¡así que no veas ahora!. Está bien orientado al viento. Nada más acercarme ¡bumbaaaa!, me catapulta para arriba como un cohete. Estoy encantado…. ¡y acojonado!. En unos pocos "ochos" me planto a 2200m, bien por encima del pico (que no supera los 2000m). La vista es fabulosa. Mantengo la vela siempre enfrentada al viento, porque a esa altura el gps apenas marca una velocidad de 5km/h…..madre que ventarrón….. El día no está para más bromas, así que inicio la vuelta. Giro hacia el noroeste, dirección el lago de Annecy, viento en cola. ¡¡¡Dios… parece que voy en un caza!!!. El GPS oscila entre los 70 y 80km/h… uffff. Devoro los kilómetros, y dudo que camino seguir. El camino más recto queda descartado. Es un paso estrecho entre 2 montañas, para terminar en zona sotaventada… como que paso…. Me desvío un poco al oeste dando un rodeo. Todo va bien, sigo yendo a toda velocidad, sin sufrir ninguna turbulencia. Llego a otra pequeña cuerda, por su pico más alto, "Roche Planca". Es una cuerda de rocas bastante abrupto que va perdiendo altura a medida que se acerca al lago Annecy. ¡Me gusta!. Saco la cámara decidido a grabar el recorrido completo. Dejo el motor a ralentí para ir por encima de la cuerda a una altura constante. ¡Bonito, bonito!. En la mitad del recorrido hay una línea de alta tensión. No hay problema… tengo altura de sobra…. Sigo grabando tranquilamente. El gps sigue marcando un buen viento de cola, en zona descendente contínua, pero tranquila. Y sin previo aviso……¡¡¡¡Zas!!!! El plano derecho de la vela se estampa contra un "muro invisible". ¡¡¡Plegadón!!!. Vaya susto. Suelto la cámara y voy a coger los mandos. Antes de llegar a ellos ya estoy más tranquilo, porque siento como la vela apenas ha cambiado de rumbo, y se que no voy a tener problemas. Cojo los mandos, y miro arriba. La plegada se ha deshecho y veo como el extremo de la vela se recoloca solita. Me acabo de zampar un buen rotor. Al ir perdiendo altura me he ido metiendo en una zona sotaventada, con un rotor de regalo. Y yo jugando con la dichosa camarita…. Menos mal, la Zephyr ha hecho el trabajo ella solita. Se ha portado de maravilla. Me ha dado más confianza todavía. Es sorprendente lo mucho que aguantan las velas de hoy, y lo bien que se comportan ante follones como éste. Eso si. Se me quitan las ganas de grabar mucho más. Renuncio a prolongar el vuelo por el lago, y me marcho directo al aterrizaje, que ya he tenido suficiente. Me cruzo con un trike (ala delta) que parece ajeno a los meneos. Termino el vuelo con un aterrizaje chapucero. De nuevo evalúo mal la dirección del viento, y aterrizo con un pelín de viento de cola. El suelo viene rápido y la vela no restituye… uy… uy…. Mis piernas aguantan el zapatazo como pueden, y me salvan de un buen restregón. 2ª lección del día: No seas perro y pon la manga de viento. La 1ª lección del día, ya la sabemos: Con viento fuerte, ¡no te fíes nunca!.
Ayer llegamos a Annecy. Estamos alojados en una casa en el extremo del lago, en Doussard. A unos pocos cientos de metros tenemos el aterrizaje oficial del lugar. Probablemente el más concurrido del mundo. ¡Una pena que no dejen despegar a los paramotores! (pero si al trike del biplacero local…). No hay problema. A pocos kilómetros encuentro un estupendo campo segado desde el que no molestaré a nadie. La previsión de hoy es, simplemente, perfecta. Día azul, anticiclón, sin viento en altura. Hay que aprovechar y pegarse "el gran vuelo". Ayer fue otro día perfecto que no pude aprovechar por estar de viaje. Despego a las 7:30 (que madrugones por Dios…..). Me alejo del lago. Tengo la brisa de cara (más tarde se invierte y en el lago se instala una brisa fuertecilla, que le viene de maravilla a los de libre). Voy directo hacia Le Charvin (unos 2400m), el pico que marca el inicio de Les Aravis. Les Aravis es una cuerda de montañas espectacular. Mide 30km, y en su mitad tiene un "agujero" (el Col des Aravis)…. un ejemplo perfecto de venturi. Su pico más alto es la Pointe Percée, que supera los 2700m. Un lugar ¡BESTIAL!. La Zephyr y el motor R120 van de lujo aquí, porque me permiten coger altura fácilmente (¡he despegado a 450m!). Empiezo a recorrer la cuerda, por la cara este, al sol. Al comprobar que efectívamente hay poco viento (y lo que hay lo tengo de cola), me puedo dedicar de lleno a disfrutar del paisaje y a cacharrear con la cámara de vídeo. ¡Que espectáculo!. Moles de rocas, acantilados, prados verdes….. y como telón de fondo, el omnipresente Mont Blanc. Esto es mi paraíso. Llego al col des Aravis, y me aseguro de que no hay ventarrón antes de tirarme al venturi. Nada….. todo perfecto. Me entretengo en La Porte des Aravis, un muro de roca impresionante. La emoción y el miedo se entremezclan…. Sigo mi camino por la cuerda, y a lo lejos los veo. ¡Los tres globos aerostáticos que ví días atrás están en el aire!. ¿Qué hago?. Están bastante lejos, separados el uno del otro, y la ruta que tengo prevista es muy larga como para hacer un desvío. ¡Que demonios!. ¡¡¡No me lo puedo perder!!!. Meto acelerador y para allá que voy. Una pasada ir acercándote a esa mole de colores chillones, con el Mont Blanc de fondo. Le doy un par de vueltas, cámara en mano. ¡Estoy emocionado!. Llevo años intentando volar junto a un globo, y mira por donde, en menudo sitio ha sido. ¡Que regalo!. Vuelvo a la ladera, abandonando el globo antes de lo que me hubiese gustado, pero no quería molestarles, y estaba algo preocupado por la gasolina. Otra vez me lleno los ojos de paisajes espectaculares, paredones, roca, prados… todo es espectacular. Desde aquí arriba tengo una vista global de esta región de los Alpes que solo los que volamos podemos disfrutar. Por fin llego al punto cumbre, el pico Pointe Percée, a 2700m. Escalofríos…. La vela se menea cuando paso por su lado sotaventado ¡¡brrrrrr!!. Prosigo mi camino hasta el final de la cuerda, que termina en otro pico, la Pointe d'Areu. Desde aquí veo otro globo, rojo, volando bajo por delante de mí. Está demasiado lejos… éste se libra. De aquí salto a otra cadena de montañas, "Le Bargy", con otros picos espectaculares, la "Pointe Blanche" y el "Pic de Jallouvre", el lago de Lessy, más prados… Estoy alucinado ¡¡¡que vuelazo me estoy pegando!!!. Transición hacia el Mont Lachat, perdiendo ya algo de altura. Me faltan 25km para llegar a "casa", y voy muy justito de gasolina…. No tengo nada claro que vaya a poder llegar, porque me toca hacer todo ese tramo con viento de cara. Mi consuelo es que el vuelo ha sido antológico. Y que si me quedo tirado, no será demasiado lejos, y ya me apañaré para volver. Llevo el motor con una puntita de gas, lo justo para avanzar perdiendo altura poco a poco. ¡Hay que ahorrar gasolina!. Paso por detrás de la Tournette, el pico más alto de Annecy (algo más de 2300m). Detrás está el lago y "mi casa". Cuando quedan pocos km, me relajo ¡¡¡llego!!!. Último planeo con el motor a ralentí, y aterrizaje suave en sentido contrario de cuando despegué. Llené el depósito con 13 litros, y me ha sobrado algo menos de 1 litro ¡¡¡¡ole!!!!!.
20, 22 y 24 Julio: Chamonix y alrededores: La meca de los Alpes. Un lugar espectacular. Para los parapentistas / paramotoreros es un lugar para alucinar por sus paisajes, aunque tiene ciertos inconvenientes. - Nadie (o muy pocos) despegan más allá de la 1 de la tarde, porque las condiciones se ponen demasiado fuertes. También está más expuesto al viento meteo (ojo con norte fuerte y con el Foehn). Comparado a otros lugares, se puede volar bastante menos. - Julio y Agosto son dos meses a evitar. La mitad del valle (el lado sur, el de las grandes montañas y los glaciares) está restringido para los voladores. Se reserva todo esa área a los helicópteros de salvamento, que no paran de recorrerlo todo el día ¡hay muchos alpinistas a los que salvar!. También se corta al tráfico gran cantidad de carreteras rurales, que te impiden llegar a posibles despegues. - El paramotor, está aún más restringido. Se puede sobrevolar el valle, pero ¡no se puede despegar de allí!. Tampoco es un drama, porque Passy - Sallanches no queda muy lejos, y tiene muchos sitios utilizables. También hay varios parques y reservas naturales a evitar. En general, el vuelo motorizado no está muy bien visto, así que se impone la discreción y educación (volar alto, no quedarse en el mismo sitio mucho tiempo, etc, etc). Los clubs de allí han preparado un librito super completo, en el que comentan todo lo que hay que saber de la zona y sus alrededores): http://www.ohm-chamonix.com/pdf/vol_libre_fr.pdf
Me pude pegar 3 vuelos por la zona, a pesar de que la meteo no acompañó del todo. Días despejados, pero con demasiado viento en altura…. Movidito, vaya.
En el primer vuelo, me topé con alguna carretera prohibida para los turistas (eso por ir en Julio), y algún otro despegue que tenía localizado con el Google Earth no valía por tener el viento de cola. Tocó hacer una búsqueda de "emergencia". Terminé encontrando un campito cerca entre Passy y Megeve, a cierta altura (1200m), para evitar tener que hacer trabajar mucho al motor. Mientra que preparo el equipo veo pasar 4 globos aerostáticos, arrastrados por el viento hacia Passy, donde aterrizan ¡¡que huevos le echa ésta gente!!. Despuegue normal (con la Zephyr es muy difícil fallar un despegue), y directos hacia Chamonix. Se me había hecho un pelín tarde (las 9), y ya se sentía la brisa del valle de Megeve….. iba viento en cola, a 60km/h, a 1300m…..ummmmm. La zona elegida no fue precisamente la mejor. Estaba relativamente cerca del concurrido aeródromo de Megeve, y varias avionetas me pasaron por encima y debajo ¡ayyy!. Pude pasar la montaña que da acceso al valle de Chamonix (Le Prarion), y me aupé hasta los 2500m hacia el Brevent. No me atreví a ir más lejos, porque se notaba que el viento iba a más, y la vuelta sería previsiblemente complicada. No perdí la ocasión de volver por otro lugar clásico del vuelo libre: Plaine-Joux, y recorrer el espectacular cortado de Le Fiz. ¡Me temblaban las piernas!. Cuesta acostumbrarse a esas increíbles paredes verticales. El tramo final fue duro. Avanzando muy lentamente, con una zonas sotaventadas y turbulentas. Una avioneta roja me paso muy cerca. Venía de frente y no la ví hasta el último momento (menos mal el si). Pasaron por debajo mío y pude ver a los 2 tripulantes saludarme. Poco después veo aparecer… ¡un caza!. Llegó a toda pastilla (seguramente sería su velocidad más lenta)…. Se fue directo a la fabulosa cuerda de Les Aravis, y rodeó su pico más alto, la Pointe Percee. Lo flipé. A este tío seguro que no le da tiempo a verme, venga de donde venga… También ví otra avioneta aterrizar en su pista particular de montaña…. En contrapendiente y en una zona bien sotaventada ¡que tío!. Y más avionetas pululando por el aeródromo de Sallanches ¡¡¡demasiada gente!!!. A pesar de muchos meneos, con algunas descendencias fuertes, y algún amago de plegada (la vela se portó muy bien), pude llegar al despegue. Estaba bien colocado en la zona con más viento, como no. Sudé un poquillo, pero aterricé suavemente. Primer vuelo ¡éxito totalllll! ¡¡¡¡que subidón!!!!.
En otro vuelo decidí despegar desde los llanos de Passy. Más cómodo, más protegido, aunque más bajo (600m). Como la previsión era otra vez de viento fuerte, me quedé por al zona. Fui a ver una bonita cascada, y a recorrer la zona, pero más bajito (con cuidado porque hay algunas líneas de alta tensión). Como ese día el Tour de Francia pasaba por allí, no me entretuve mucho, porque a partir de media mañana prohibían volar por todo el área. Yendo a ralentí, se me paró el motor a 1000m de altura sobre el suelo. Me quité las orejeras, y a recordar viejos sonidos conocidos ¡no recordaba el ruido que hace el viento en los cordinos y las bandas!. Nada más aterrizar vino un 4X4 hacia mi….. "ya la he cagao", pense…. Le ofrecí al señor que bajaba del coche mi mejor sonrisa, y al verle de buen rollo me relajé. Me había volar el día anterior y quería enterarse de la movida. Otro que tenía el gusanillo del vuelo metido en el cuerpo. ¡¡¡uffff!!!.
El último vuelo fue más local, por el valle de Chamonix. Buscando una antigua pista ULM (que no localicé), encontré una cantera con una pista de tierra que me podía valer. Cuando ya estaba listo, zas…. Un coche llega por detrás. Se ríen y me dicen que no hay problema. Esperan. Un despegue complicadillo, pero se dio muy bien (y eso que se me escapó el freno derecho durante el hinchado).. Fue un vuelo corto, porque el viento en altura, junto a la brisa del valle, hacía turbulento el vuelo. Y como no podía coger altura, desistí de hacer el vuelo que quería, por las crestas. Pero siempre es espectacular ver el Mont Blanc, l'aiguilleVerte, los glaciares….
Me queda pendiente volver en otra época, en la que no se tenga la restricción aérea. Debe ser increíble poder sobrevolar los glaciares, en plan "Speedy flying". Recorrerse la Vallee Blanche……. Algún día…algún día……
Aqui empieza una serie de vídeos grabados en los Alpes. Fueron 9 vuelos en diferentes zonas de los Alpes franceses, que dieron mucho de si. Espero que lo disfruteis.
30 Julio: Conozco a Karim de un foro francés. Es piloto de parapente, paramotor (mono y biplaza), y ala delta motorizada (mosquito). Un apasionado del vuelo, vaya. Por fin el buen tiempo ha llegado. Aunque estoy en el extremo sur del lago de Annecy, y me pilla algo lejos, le llamo para ver si podemos pegarnos un vuelo juntos. Y de paso poder conocer la mítica zona de Mieussy, el lugar donde nació el parapente. No podemos quedar hasta a la 7 de la tarde, porque trabaja. Me zampo hora y media de coche para llegar, pero la emoción de llegar a una nueva zona de vuelo bien merece la pena. Al poco de llegar, aparece arrastrando un remolque. ¡Ya lo tiene todo listo!. Me espabilo todo lo que puedo, y sin hablar mucho (ya habrá tiempo para eso), nos ponemos en marcha. El viento está más fuerte de lo deseable, y la orientación no es muy buena. Quedamos en que si la cosa está "fea", nos volvemos al campo. No llevo radio, así que la consigna es "yo te sigo". Despegue facilón, y directos a la montaña "Le Môle", al lado de su enorme y verde campa de despegue. Es una montaña estupenda, con 2 vertientes perfectas para ganar altura rápidamente sin tener que usar mucho el motor. El perfecto ascensor. Karim vuela con una Dudek Plasma, y un PAP Top80. A pesar de que voy con una vela de libre (Zephyr), y un motor más potente (R120), no consigo subir tan rápido como él. Una vez cogida altura, iniciamos la transición hacia Mieussy. Suelta los trimmers de su Plasma ¡y a correr!. Yo suelto los trimmers de mi Zephyr, y meto el acelerador hasta el fondo. No tengo nada que hacer….. se me va… ¡y todavía sube más rápido que yo!. De vez en cuando hace algún giro para esperarme, pero la diferencia de velocidades es bestial. Más que un vuelo juntos, es una "persecución". Cuando vuelva a casa, le pido a Pako que me deje probar bien una Plasma y una Nucleon. ¡Esto no puede quedar así!. Llegamos a Mieussy. Vemos claramente el despegue de libre, y 2 velas en el cortado luchando por mantenerse en el aire, mucho más bajos que nosotros. El aire está perfecto. Nada de turbulencias. Puedo sacar la cámara de vídeo sin problema. Bueno… hay un problema ¡que difícil es conseguir cazar a Karim para que salga en las imágenes!. Llegamos al pico Marcelly. La luz anaranjada del sol le está dando de lleno. ¡Precioso!. Estoy disfrutando como un enano. Karim se me vuelve a escapar. Vuelta atras y rumbo norte, para hartarnos a ver montañas y cortados. A nuestra altura hay nubes, pero están en el sotavento de las montañas…. No podemos ir a jugar con ellas. ¿O si?. La masa de nubes se va extendiendo y va llegando a nosotros, fuera de zonas complicadas. El motor decide pegarme un sustillo. Alguna porquería ha debido pasar al carburador, porque ratea, y pega un buen petardazo, que parece poner fin al problema ¡¡uf!!. Me pongo a jugar con la nubes. Lo que más me gusta. ¡Que placer!. Me habría quedado un poco más, pero Karim está imparable y se me escapa de nuevo. Volvemos hacia nuestro campo. Tenemos a tiro de piedra el lago Leman, y se ve perfectamente otro lugar muy conocido de los parapentistas "Le Saleve". En la parte final del recorrido, sobrevolamos la estación de esqui de "Les Brasses". La suerte nos acompaña, porque vemos aparecer a lo lejos, por encima de las nubes, la impresionante mole del "Mont Blanc". Extasis total. Aún nos queda algo de tiempo antes de que anochezca, así que volvemos a "Le Môle". Le damos caña a los motores, y nos volvemos a aupar a 1900m. Sobrevuelo su pico, y saludo a unos excursionistas que están allí arriba (¿un poco tarde ya no?). La bajada, a motor parado, en plan Speed Flying, a pocos metros de los pinos. También hay que jugar un poco ¿verdad?. Atravesamos una capa algo turbulenta, y nos vamos abajo. Aterrizaje de libro, a cámara lenta, gracias a buen viento. Caras de felicidad. Recogemos el chiringuito, y nos vamos a casa de Karim. Me invita a cenar, y pasamos un buen momento hablando de vuelo, velas, motores…. ¡que vicio!. Vemos por encima los vídeos que he grabado. A media noche, me voy para casa. Me habría gustado poder volar más con él. Un sitio así de espectacular se disfruta más con buena compañía. Como se echa de menos a los colegas del club ¡¡¡amiguetessssss!!!.
Hace poco encontré unas fotos antiguas, de cuando hice el curso de parapente.... Dios mío..... Si miro atrás, y analizo como fue mi entrada en éste mundillo...uffffff. Creo que merece la pena contarlo. Seguro que muchos de vosotros os sentireis identificados de alguna manera.
Junio 1991. Tengo 18 años. Aunque vivo en Alcala de Henares, buena parte de mi familia es Francesa, de los Alpes (Chamonix). Paso varias semanas del año allí, durante las vacaciones, y he tenido la suerte de seguir el nacimiento y desarrollo de éste deporte. Desde crío, no paro de mirar al cielo, viendo esos "trapos" de colores.... y me muero de ganas por probarlo. La casa de la Juventud de Alcalá, organiza un curso de parapente, a un precio estupendo. ¡Mi gran oportunidad!. Se forma un grupete de chavales (y 2 chicas), ansiosos por descubrir el vuelo. El primer día, nos llevan a una ladera cerca de Alcalá, a practicar inflados hasta reventar. Nunca mejor dicho.... Estamos en pleno verano. Un calor de muerte. De pronto se desprende una térmica bestial (o puede que fuese un dust devil) justo donde estamos practicando. La vela de una de las chicas (la novia del profe) se hincha y ésta sale despedida, en vertical, a unos 10 metros. Tan rápido como subió....¡bajó!, y la pobre, que no tuvo tiempo de hacer nada, se estampó de mala manera, cayendo de culo. Rápidamente se la inmoviliza, y se llama a emergencias. Un par de horas más tarde fue trasladada al hospital en helicóptero. ¡¡¡¡Vaya primer día!!!!. El diagnóstico: aplastamiento de vértebras.... grave, pero pudo ser mucho peor. ¿El Airbag? ¡¡Anda ya!!.... ¡en esa época eso ni existía!. El curso siguió a marchas forzadas (ni teoría ni chorradas de esas), y tras unos saltos "pulga", rápidamente nos llevaron a la Muela, en Alarilla. Allí nos "tiraban" sin muchos miramientos. En mi primer vuelo, recién despegado, tuve una plegada ¡hay que joderse! (es lo que tiene hacer un curso en pleno verano Madrileño).... Parece ser que todo Dios se puso a gritarme lo que tenía que hacer, pero no oí nada. Me pareció gracioso ver un trozo de mi vela hecha un trapo. Le di unos tirones al freno y se solucionó (había leído en algún sitio que había que hacer eso... madre mía que curso....). Alguien en el aterrizaje te guiaba, por la radio, y haciendo señales con las manos. Aún con esas, uno de los compañeros se las apañó para aterrizar en una acequia. La vela fué arrastrada por la corriente, con su desdichado piloto detrás, claro. Por poco se ahoga. Los otros compañeros estuvieron muy atentos y se tiraron al agua para ayudarle. Las zarzas le dejaron, eso si, bien marcado el cuerpo.... como chorreaba sangre el pobre. Y así terminó el curso.... por llamarlo de alguna manera. Eran otros tiempos... Peligrosos tiempos...
Pasaron casi 2 años antes de que pudiese comprarme mi primer parapente. En esa época, los parapentes ya estaban homologados por la ACPUL, y se dividían en los niveles 1 ,2 ,3. Sin tener ni puñetera idea de nada, le compré a un compañero de curro de Chamonix, su ITV Meteor Gold. Una peazo de vela: Nivel 2, con un alargamiento importante para la época ¡4.4! (ja, ja). Claramente por encima de mi nivel.... pero de nuevo...eran otros tiempos. Y así retomé la actividad, yendo a volar regularmente a la Muela. Pronto me cansé de los vuelos "balísticos", y me animé a volar cuando el viento era lo suficientemente fuerte como para mantenerte haciendo ladera. Y no tardé en tener mi primer (¡y único!) accidente: Despegué en cuanto empezó a subir el viento. Lo malo es que después de mi, despegaron también un buen puñado de pilotos. Me encontré haciendo ladera con un montón de gente, bien apretaditos, en un caos total. Me puse nervioso. En lugar de abandonar y largarme al aterrizaje, preferí aterrizar arriba (ahora lo llaman "top landing", que mola más), para ahorrarme la subidita en autostop. Como no me explicaron bien eso de las "aproximaciones", y con los nervios del momento, me vi con altura suficiente para hacer un 360º (en lugar de hacer ochos dejándome derivar para atrás). Por supuesto, el 360º se quedó en un 190º. Llegué al suelo viento en cola, y en pleno giro. El revolcón fue cojonudo. Recuerdo el casco volando por los aires, acompañado de las gafas. Varios pilotos corrieron hacia mí para ver si seguía entero. Me levanté y les dije que estaba bien. Al doblar la vela me fui dando cuenta de que no estaba tan bien como creía. Me dolía la muñeca, y tenía un esguince brutal en el tobillo. De camino a casa, en el coche, me di cuenta, a cada vez que giraba el volante, de que me dolía el hombro, y hasta me parecía sentir un crujido extraño. Al tocarme me di cuenta de que tenía rota la clavícula ¡vaya plan!. Me fui directo al hospital. Al llegar paré el coche en urgencias y toqué el claxon. El celador que vino a verme se sorprendió cuando le dí las llaves del coche y le dije: "traigame una silla que no puedo dar ni un paso, y haga el favor de aparcarme el coche". Me dolía todo el cuerpo...o al menos todo el lado izquierdo. El siguiente numerito fue presentarme en casa con el tobillo y muñeca escayolados, y un sádico-vendaje para la clavícula fisurada. Tardé más de 1 año en recuperarme del todo, sobre todo por el tobillo.
Durante las siguientes vacaciones de verano, en 1995, me fui de nuevo a Chamonix, a currar en un restaurante. Me llevé la vela con intención de reintentarlo. Recuerdo perfectamente el primer vuelo: Despegue desde Planpraz (no se parece mucho a La Muela, vaya que no), 1000 metros de desnivel en un lugar increíble, y aterrizaje en el Savoie (una pequeña pista de esquí pegada a la ciudad... no muy grande y rodeada de bloques de apartamentos y abetos enormes). A pesar de la temeridad, milagrosamente, todo fue bien ¡no me pasó nada!. Antes de ir al trabajo cada día, me solía pegar 1 o 2 vuelos de 15-20 minutos, cogiendo los primeros teleféricos del día. Fue un verano estupendo.
Con la moral a tope, y bastantes vuelos acumulados, volví para España. Decidí empezar a volar en "horas calientes"...e iniciarme en eso que llamaban "vuelo en térmica". Y de nuevo estaba en la Muela, con el equipo puesto y listo para despegar. Solo tenía que esperar a que saliese otro piloto antes que yo. Nada más salir, aquel piloto soltó los mandos para sentarse mejor en la silla. Y como no podía ser de otra forma, ¡plegadón brutal!. Media vela hecha un trapo, giro instantáneo de 180º, y directo a la ladera. Recuerdo como estiró las piernas para tratar de amortiguar el golpe. Fue brutal. Quedó insconsciente, pero la vela volvió a hincharse y le arrasatró dándole más golpes en las piedras de la nada agradable ladera de la Muela. Me quedé pálido. Un par de personas se tiraron sobre la vela para parar aquella masacre. Me quité el equipo.... lo guardé, y me marché. Sabía que aquella persona estaba viva, consciente, pero jodido. No tuve valor para averiguar más. Al día siguiente puse un anuncio y 1 semana más tarde vendí todo el equipo. En Francia ya había oído de varios accidentes, pero vivir este tan de cerca, tan brutal, fue la gota que colmó el vaso. Aquello fue demasiado para mi.
Durante varios años traté de apaciguar mis ganas de volar, y me dediqué al aeromodelismo.
Hasta Diciembre del 2001. Yendo en coche por la A1, a la altura del circuito del Jarama, me pasa por encima un parapente con un extraño cacharro. ¡Un paramotor!. Era la primera vez que veía uno. Rápidamente averigue que allí cerca está el aeródromo Loring, donde además de ULM's, había una escuela de paramotor. Lo vi claro. Poder volar todo el tiempo que me diese la gana, sin tener que arriesgar el pellejo volando en térmica o viento fuerte, sin riesgo de estamparme en vuelo con nadie. El curso se alargó bastante por el mal tiempo (era invierno). Pude probar varios motores y velas. También probé el sabor de la tierra en la boca. Si, si...., me caí de bruces empujado por el motor, al correr sin ponerme recto. Los colegas todavía se acuerdan...los muy capullos pensaron que lo dejaría por patoso (me lo confesaron años más tarde). El caso es que lo del motor no me terminó de convencer en un principio. Cuando volaba con el famoso motor "Solo", aquello vibraba tanto, que las gafas no paraban de dar saltos en mi nariz, y lo veía todo borroso. ¡Que infierno!. Menos mal, vi que era cosa de ese paramotor en particular, que debía ser el cacharro más castigado de la tierra.
También hubo una anécdota curiosa en el curso. Nos trasladamos con la escuela a Venturada, y en un vuelo local, me rodeó la niebla. Pude encontrar un huequito y aterricé sin problemas. La radio no funcionaba (como no), y no pude avisar al profe. El pobre, preocupado, salió a volar para buscarme, con una niebla que no se veía nada de nada. Que peligro. El caso es que ¡me encontró!.
Tuve que esperar otro año más antes de poder comprarme un equipo de 2ª mano (algunas manos más tenía....). Un PAP1100 con motor Solo, y una ADG Havanne....
Y a partir de ahí, 6 años fabulosos. Progresando día a día, disfrutando cada vez más, y en un ambiente inmejorable. ¡¡¡¡Viva el paramotor!!!!